La visita a un museo o galería nos puede presentar algunos retos. El no estar familiarizado con el movimiento artístico al que pertenece la obra, el contexto socio-histórico en el que se creó o la propuesta del autor, nos puede dificultar comprender el valor estético o artístico de la obra.
A continuación
algunas guías para entender mejor las obras artísticas, cuando no hemos hecho
la asignación de "googlear" sobre la exposición a la que estamos
asistiendo.
1. ¿Qué tipo de
obra es?
La primera
pregunta que nos debemos responder es si estamos ante una pintura, grabado,
escultura, fotografía o cerámica. En caso de una obra compuesta por vario de
estos medios, probablemente estemos frente a una instalación. Responder cómo el
artista realizó la obra y los materiales utilizados, nos permitirá una
comprensión más abarcadora de la obra que presenciamos.
2. ¿Cuál es el
contenido de la obra?
Qué tipo de
objetos o ideas refleja. Cuál es el contenido o la composición que nos presenta
la obra. Hay elementos naturales, urbanos. Qué personas o personajes se
representan.
3. ¿Cuales son las
características de su diseño?
Al observar el
diseño de la obra predominan las líneas, las formas, los colores, se destacan
los espacios. Qué función cumplen las luces y las sombras. Cuál es la textura
de la obra.
Las líneas son
rectas, curvas u ondulantes. Gruesas o finas. Las formas, son geométricas,
orgánicas o ambas. Sus colores cómo están distribuidos. Su textura es suave o áspera;
se usa relieve o son realizados por efectos visuales. Dominan los tonos oscuros
o claros. Su espacio es disperso o cargado; se representa de forma
tridimensional o plana.
4. ¿Cuáles son los
principios del diseño?
Para esto hay que
observar la composición, el balance de las formas y los colores, el énfasis,
ritmo y movimiento que domina la dirección de nuestra vista. Cómo estos
elementos generan el sentido de unidad y proporción a partir del efecto de
perspectiva.
Cómo se ordenan
los elementos de la composición de las figuras, los colores, los personajes.
Dónde se concentra
el interés de la obra. Se expresa de forma balanceada. Expresa movimiento, cómo
se logra el efecto.
El espacio se
manifiesta de forma real o imaginario. Logra la impresión de profundidad o
plano.
Cómo se organizan
los elementos de la composición. Lo hacen en planos. Se concentran de forma
simétrica, centralizada o desorganizada.
Qué personajes son
representados y cual es su relación, si alguna.
5. ¿Cómo los
anteriores elementos me ayudan a interpretar la obra?
A partir de las
consideraciones identificadas anteriormente, nos preguntamos si el título de la
obra coincide con su contenido. Su título recoge el tema desarrollado. Qué
efecto crea la obra en nosotros como espectadores. Cuál es el mensaje del
autor.
Tres elementos
adicionales que nos pueden ayudar a comprender de forma más profunda la obra
son las siguientes consideraciones:
1. Texto: se refiere
a cuál es el medio, la forma y su contenido.
2. Contexto: al
lugar y tiempo al que pertenece. Al entorno cultural donde surgió. Cómo recoge
y compara con sus antecedentes y las obras de su época. Nos ayuda a comprender
qué función cumplió en su sociedad.
3. Subtexto: respecto
a las ideas dominantes de su tiempo, cómo esta obra se enmarca dentro de esta corriente
o comienza a presentar rupturas. Cómo recoge la propuesta emotiva o intelectual
del autor.
En la manera que podamos
integrar algunas de estas herramientas para la apreciación de las obras
artísticas, mayor será el provecho y el disfrute que lograremos de estas. Mayor
será la trascendencia de la propuesta del artista en nuestra experiencia.
Referencias:
"Guía para un buen observador", Departamento de educación - Museo de
Arte de Puerto Rico; Gloria Fiero. The Humanistic Tradition. 5th ed. New York: McGraw Hill, 2006.